
Queriendo volver a la normalidad
La feria de Claraz hoy no contó con su clásico almuerzo ni el pueblo caminando entre los corrales, porque en época de pandemia los remates han cambiado, y así sucedió en la tarde fresca de hoy, donde Campos y Ganados tuvo un gran encierre validado por las manos de compradores que se hicieron presente.
Pasadas las 14.30 horas, las nubes soltaban algunas gotas entre un sol que hacía fuerza por salir, y todo indicaba que la venta tenía que arrancar, porque las lluvias del medio día hacían pensar que la subasta podía ocurrir bajo agua. A medida que los compradores llegaban los barbijos iban tomando protagonismo en el rostro de todos, y más aún cuando Chamaco hacía entrega de los suyos para que todos cumpliéramos con los protocolos dispuestos por las autoridades sanitarias.
Y finalmente, Juan Arrix subía a un reluciente banco móvil y le daba fuerte al martillo para comenzar con los primeros corrales de consumo que mostraron firmeza e interés en los operadores presentes. Rápidamente, novillitos y vaquillonas se colocaron y le dieron paso a varias filas de vacas que entre gordas, manufactura y conserva se fueron vendiendo a lo que marcó un mercado con sobre oferta de esa categoría, lo que género que hayas bajas en varios de los renglones.
El final de las haciendas al kilo se lo daban corrales con buena cantidad de toros para faena que rápidamente encontraron las manos de los compradores habituales de la categoría. A dar la vuelta, acomodar el banco y esperar unos muy lindos lotes de invernada que se iniciaban con el macho en el corral 61.
Un movedizo Chamaco Etcheber buscaba las manos que hacían poner el grito en el cielo del martillero antes de hacer sonar el hierro de manera contundente para cerrar uno a uno los lotes. Los terneros de la zafra 2020 de la zona de Claraz se lucían y se defendían a base clase y calidad, y por eso los valores que se fueron registrando en cada uno de los corrales.
La hembra no le envidió nada al macho y continuó con la firmeza y las manos interesadas por lotes más grandes y otros más chicos. La zafra 2020 se vio modificada ante el Covid-19, pero no así desmejorada, y el trabajo de los 75 remitentes que ofrecieron haciendas en la feria quedó a la vista no solo en los corrales, sino en los precios que pagaron los oferentes.
La frutilla del postre eran 149 vaquillonas Angus negras y coloradas preñadas que se anunciaron en la previa, y que congregaron a interesados en esa categoría, que a la hora de levantar la mano lo hicieron justificando lo que veían en los corrales. Las 2 filas de vientres que finalizaban con dos corrales de vacas le pusieron el broche a la vuelta de los remates a Claraz.
La rueda va girando, los pastos de las ferias se van pisoteando, señal de que los animales vuelven a ser los protagonistas en un momento histórico para el mundo; y del cual los remates no quedaron ajenos. Finalmente, Campos y Ganados volvió a pisar Claraz con las ganas y el empuje de siempre dejando tachado el miércoles 18 de junio, donde nuevamente el martillo volverá a sonar.